En una serie de fotos difundidas en sus redes, Musk aparece besando a robot, diseñado con cuerpo de mujer, y cuya imagen según el mismo, fue creada por el mismo.

Dueño de empresas que son de las más importantes, Musk también sobresale por sus opiniones que generan debates y escándalos.

El androide con forma femenina no difiere formalmente de una “mujer real”, pero la connotación va mucho mas allá de la simple “broma”, expresada por el propio empresario sudafricano.

El mismo utilizó el episodio para volver a plantear a la inteligencia artificial, como uno de los problemas que ya está instalado y debe generarse soluciones, por el riesgo  de de ser engullida por la misma.

¿Hasta qué punto puede la inteligencia artificial llegar a suplantar al ser humano en sus aspectos fundamentales? Esta es una de las interrogantes que surge tras la viralización de las fotos de Musk besando a la robot.

En varios países del mundo, gobiernos plantean inclusive frenar la implantación de la IA, porque apunta a absorber empleos, por un lado, y deshumanizar al hombre.

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