El psicólogo y sexólogo David Samaniego aborda en entrevista con Hoy Digital / Nación Media los tabúes que existen en el sexo, ya sean los mitos, estereotipos y creencias que naturalizamos, pero que no son del todo correctos, por lo que deben ser desterrados.

El experto refiere que, las relaciones sexuales tienen tres funciones: la reproducción, el placer y la comunicación, pero que solo la primera está aceptada, y las otras dos se desconocen por no hablar de ellas.

Uno de los tabúes más recurrentes es que, de sexo no se debe hablar con los adolescentes porque se les está estimulando a que tengan relaciones sexuales, por lo tanto, muchos padres y madres optan por no tocar este tema sensible, pero que es de importancia abordarlo con los hijos.

Por otro lado, existe la creencia popular que las relaciones sexuales deben durar mucho tiempo (inclusive horas) para que sean satisfactorias. También se afirma que el tamaño del pene debe ser grande para poder satisfacer a la mujer y que el hombre es quien debe empezar las relaciones sexuales. Sin embargo, el especialista remarca que estas son creencias erróneas que se deben desechar.

Otro tabú es que la masturbación está mal vista, por lo cual. no debe realizarse o no se debe hablar de al respecto. Además, se cree –mayormente- que sólo los hombres se masturban, cuando en la práctica las mujeres también lo hacen, pero de esto no se habla. La sexualidad femenina es un tema poco estudiado y hablado, hay más estudios sexuales sobre los varones. Hay diversos factores, uno de los cuales sería la sociedad machista, de acuerdo con el entrevistado.

Un mito es que los adultos mayores no tienen relaciones o ya no tienen deseo sexual. Por ejemplo, para los hijos es más fácil pensar eso, que considerar que sus padres son seres sexuados.

En cuanto al sexo oral, el sexólogo indica que puede haber una creencia errónea de que no se corre riesgo de contraer alguna infección de ITS cuando se realiza esta práctica, por lo que es importante tomar las medidas de prevención necesarias.

Respecto a la falta de comunicación sexual, esta puede llevar a las parejas a una rutina que afecte negativamente la relación, ya que no se pueden cumplir fantasías y preferencias sexuales sin diálogo. “Las parejas podrían caer en una rutina sexual donde no están realizando algún tipo de práctica sexual que le gustaría, que sería más placentera, que le excitaría más o cumplir algún tipo de fantasía. Cuando no hay ese diálogo, entonces se podría llegar a caer en una rutina sexual que puede afectar de manera negativa a la pareja”, acota.

hoy.com